LA HOAC DE CIUDAD REAL CONMEMORA EL 28 DE
ABRIL: DÍA DE LA SALUD Y SEGURIDAD EN EL
TRABAJO.
Ha tenido que
extenderse planetariamente un enemigo invisible (el Covid-19) para que hayamos
redescubierto el verdadero valor de la salud humana, del trabajo y de la salud
laboral. Confiemos en que no se nos olvide en mucho tiempo.
El 28 de abril se celebra desde 1996 el día
de la salud laboral. La Pastoral Obrera y la Hermandad Obrera de Acción Católica, cada
año conmemoran esta jornada reivindicando la preservación de la salud de las
personas trabajadoras como exigencia de los acuerdos internacionales y de la
legislación nacional, y como opción irrenunciable de la Doctrina Social de la
Iglesia; ello desde la preeminencia del ser humano y del cuidado de la Creación,
que lo acoge, frente a la economía materialista.
Este año 2020 parece que la pandemia del Covid-19
monopoliza toda la información sanitaria y laboral, pero, antes de la
declaración del estado de alarma el 14 de marzo, ya eran varias decenas de
personas trabajadoras las fallecidas como consecuencia de su actividad laboral (1).
El accidente laboral en el vertedero de Zaldíbar (Bizkaia) el 6 de febrero, en
que dos trabajadores perdieron la vida y cuyos cuerpos aún no han sido
encontrados, es un ejemplo bastante
llamativo de esta triste realidad.
La emergencia sanitaria en que vivimos estas
semanas recrudece el conflicto entre la economía productivista y la salud
laboral. Pero, ¿no es esto lo que sucede a diario, sin pandemia, cuando muchas
empresas, trabajadores e instituciones no velan lo necesario por la seguridad y
salud laboral de quienes desarrollan su trabajo? Ello se constata en la falta de equipos de protección, en la no
adecuación de los sistemas de trabajo a las personas, en la falta de formación sobre salud laboral, en la
escasa implicación para mejorar esto, en la
prevalencia del beneficio económico sobre todas las cosas…
Por otra parte, esta crisis sanitaria ha
vuelto a sacar a la luz la importancia de cada trabajador y del trabajo como servicio, a la medida del ser humano y del bien común ¿Cuántos
trabajos y trabajadores que hasta hace poco no valorábamos (sanitarios,
cuidadores, personal de limpieza y residuos, transportistas, repartidores,
comercios, agricultores, seguridad… ) ahora nos parecen imprescindibles para
nuestro sostenimiento vital. Para ellos se reclaman ahora mejores condiciones
laborales y de seguridad. Pero esta
petición debería ser continua, porque esta situación ha evidenciado lo
necesarios que somos todos en nuestros trabajos (no solo ahora) y lo bueno que es cuidarnos unos a otros.
Actualmente en España contamos con un marco legal bastante avanzado y de
calidad. Sin embargo, su cumplimiento deja mucho que desear, ya que se ciñe
demasiado a cubrir un expediente y redactar una serie de planes y documentos
para “pasar” la inspección. Se olvida con mucha frecuencia el espíritu de la
ley, que recoge con insistencia el derecho de todo trabajador a que su
integridad física y mental se respete en todo momento durante su vida laboral.
La vida humana es algo tan grande, tan sagrado, que nunca debería ser
tratada como moneda de cambio. La vida de quienes trabajan no puede seguirse
considerando una variable económica más, sino el centro a cuyo servicio ha de
ponerse todo lo demás, incluida la economía.
Para la Doctrina Social de la Iglesia, la dignidad de la persona, la salud y la vida de la persona trabajadora ha de estar por encima de cualquier otro objetivo económico o factor de producción. El valor del trabajo no reside únicamente, en su rentabilidad económica, ni siquiera en el producto o servicio que genera, sino, sobre todo, en que sea fuente de vida para las personas del trabajo, para las familias y para el conjunto de la sociedad.
La HOAC con la Pastoral Obrera de Ciudad Real nos unimos a todas aquellas personas y organizaciones sociales y eclesiales comprometidas en la transformación de esta realidad, para hacer que el trabajo sea una fuente de vida y no de destrucción. Llamamos al conjunto de la Iglesia y de la sociedad a que no permanezcamos indiferentes y hagamos nuestro el dolor y las esperanzas de nuestros hermanos y hermanas del mundo del trabajo.
Notas:(1):https://www.elperiodico.com/es/economia/20200313/datos-accidentes-trabajo-enero-2020-7888199
Para la Doctrina Social de la Iglesia, la dignidad de la persona, la salud y la vida de la persona trabajadora ha de estar por encima de cualquier otro objetivo económico o factor de producción. El valor del trabajo no reside únicamente, en su rentabilidad económica, ni siquiera en el producto o servicio que genera, sino, sobre todo, en que sea fuente de vida para las personas del trabajo, para las familias y para el conjunto de la sociedad.
La HOAC con la Pastoral Obrera de Ciudad Real nos unimos a todas aquellas personas y organizaciones sociales y eclesiales comprometidas en la transformación de esta realidad, para hacer que el trabajo sea una fuente de vida y no de destrucción. Llamamos al conjunto de la Iglesia y de la sociedad a que no permanezcamos indiferentes y hagamos nuestro el dolor y las esperanzas de nuestros hermanos y hermanas del mundo del trabajo.
Notas:(1):https://www.elperiodico.com/es/economia/20200313/datos-accidentes-trabajo-enero-2020-7888199
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