sábado, 6 de diciembre de 2014

RETIRO DE ADVIENTO 2014


Queridos amigos y amigas:

El próximo domingo 14 de diciembre celebraremos los militantes de la HOAC, como otros años por adviento, una jornada de retiro orientada a fortalecer nuestra espiritualidad, en la que se combinarán tiempos de oración y de silencio, concluyendo con una Eucaristía.

El tema versará sobre “Razones y signos de esperanza para los trabajadores del norte y del sur.”. El ponente será Luis Miguel Avilés Patiño (misionero del IEME, antiguo consiliario del MJAC), y, como otras veces, además de los militantes, estará abierto a otras personas (amigos, allegados, simpatizantes…).

El orden del día es el siguiente:

09:30        Llegada.

10:00        Oración.

10:30        Ponencia.

11:30        Café-descanso.

11:45        Tiempo de silencio.

12:45        Preparación eucaristía.

13:00        Eucaristía

14:00        Comida compartida.

Otros aspectos a tener en cuenta:

-         Es conveniente que confirmemos la asistencia, tanto militantes como simpatizantes, amigos y familiares.

-         Habrá servicio de guardería. Recomendamos que aquellos que lo necesiten avisen cuanto antes (antes del viernes 12 de diciembre) para avisar a las personas que nos pueden ayudar.

-         Procuremos ser puntuales. Si alguien necesita incorporarse ya comenzado el retiro, rogamos tenga en cuenta el horario previsto para cada momento.

Los teléfonos de contacto para cualquier aclaración o aviso son los siguientes:

Ángel Aguas:      926 21 95 66 y 639 49 06 85

Javier Casero:     926 81 44 23 y 634 76 23 75

 

Os esperamos a todas y a todos el próximo domingo.

Un abrazo en Cristo Obrero, y hasta mañana en el Altar.

 

                                                               La Comisión Diocesana.

lunes, 17 de noviembre de 2014

COMUNICADO. XX Jornadas Generales de Pastoral Obrera

La Pastoral Obrera de toda la Iglesia reclama dignidad y

esperanza para el mundo del trabajo

 
Madrid, 16 de noviembre.
 

El sistema económico impide el trabajo decente que hace posible una vida digna, construye una forma de ser que deshumaniza y empobrece y, con ello, niega el proyecto de Dios para los hombres y mujeres en el mundo del obrero y del trabajo.
  
Con motivo del 20 aniversario del documento “La Pastoral Obrera de Toda la Iglesia”, el departamento responsable de la Conferencia Episcopal Española ha reunido, el 15 y 16 de noviembre, a dos centenares de personas de 37 diócesis, comprometidas con esta Pastoral y con las realidades del mundo obrero. Han participado también Mons. Antonio Algora, obispo de Ciudad Real y responsable de Pastoral Obrera; y Mons. Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid.

El encuentro ha profundizado, con la reflexión planteada en diversas ponencias, junto con las experiencias compartidas entre todos los participantes y la oración común, en la tarea encomendada por la Iglesia para el encuentro con el mundo obrero y la propuesta del Evangelio como alegría y esperanza para los trabajadores y las trabajadoras ante la nueva configuración y realidad del trabajo humano. Una realidad que afecta a todas las dimensiones de la existencia y es profundamente injusta y dolorosa.

Por ello, la Pastoral Obrera denuncia, sumándose a las palabras del papa Francisco, “que esta economía mata[1] ” debido al sometimiento de la vida de los trabajadores y las trabajadoras a la codicia de unos pocos, anteponiéndose el beneficio a la dignidad sagrada de las personas. Como consecuencia, empobrece y precariza la vida de mujeres y hombres, frustra proyectos de vida personales y familiares; excluye, descarta y genera desesperanza.

La Pastoral Obrera de toda la Iglesia manifiesta que ésta configuración del trabajo impide la realización de una vida digna al negarse la dignidad humana y con ello, se niega a Dios mismo. A su vez, expresa una honda preocupación por la agenda política que ha desplazado del centro de todas las preocupaciones el bien común y a las personas más desprotegidas y pobres. Es urgente y necesario regenerar y dignificarla política.

 Esta Pastoral está comprometida en seguir dando respuestas evangélicas desde el proyecto del Reino de Dios tiene para los hombres y las mujeres en el mundo obrero y del trabajo. Para ello, está emplazada a anunciar, junto a nuestros obispos, la propuesta de liberación de Jesucristo para las periferias del mundo obrero desde la conversión pastoral a la que nos llama el papa Francisco, para seguir siendo Iglesia encarnada. Esto pasa por realizarlo desde nuestra propia vida personal y vida eclesial que han de ser testimonio de esa opción, acompañando especialmente a los trabajadores y trabajadoras más desfavorecidos. Reclamamos así, un trabajo decente, que es la mayor aspiración y que hace posible la vida digna personal y familiar.

Así mismo, la Pastoral Obrera muestra su voluntad de generar espacios de encuentro que devuelva el protagonismo vital a las personas empobrecidas y que posibiliten otra economía, otro trabajo posible, en clave de humanización. Estamos convocados a ser Iglesia, casa de todos. Además queremos invitar a toda la Iglesia en poner en marcha acciones concretas de economía de comunión, y animarlas que ya existen, que muestran otras relaciones sociales y económicas basadas en la lógica del don y la gratuidad, acorde con la que Dios, Padre de Misericordia, sueña para todos sus hijos e hijas.

 Finalmente, en el 20 aniversario del documento de la Pastoral Obrera de Toda la Iglesia renovamos llevar este mensaje de esperanza a las diócesis y movimientos, así como ofrecerlo como propuesta a nuestras comunidades, a trabajadores y empresarios, a creyentes y no creyentes, a hombres y mujeres de buena voluntad, a todos aquellos dispuestos a seguir abriendo caminos de esperanza para recuperarla dignidad en el mundo del trabajo.

A María, Madre de los pobres, madre del divino obrero de Nazaret, confiamos nuestra tarea.



[1] Evangelii Gaudium

sábado, 25 de octubre de 2014

LA HOAC DE CIUDAD REAL CONTRA LA REPRESIÓN: Comunicado de apoyo a Matilde Castilla y denuncia de la represión.


 ¨Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos¨. (Mt. 5, 9).

El lunes 27 de octubre de 2014 va a ser juzgada en el juzgado de lo penal de Ciudad Real Matilde Castilla, miembro de STE-INTERSINDICAL de Castilla-La Mancha e integrante activa de la Marchas por la Dignidad. Su delito consiste en haber firmado la solicitud de una concentración en la Plaza Mayor de Ciudad Real el 20 de mayo, que no fue autorizada por la subdelegación del gobierno y que, por ello, fue desconvocada y no se realizó. A la gente que acudió se la invitó desde la organización a disolverse y a no hacer grupos. En ningún momento hubo disturbios ni alteración del orden público. Solo se celebró una breve rueda de prensa con los medios de comunicación que acudieron. La policía municipal fue informada de todos los hechos por la organización.

Desgraciadamente, esta actuación no es la primera ni la única que en los últimos tiempos se está produciendo en Ciudad Real, en Castilla-La Mancha y en el Estado español. Son muchos los casos de personas participantes en movilizaciones y actos reivindicativos en contra de la política de recortes y de la precarización del empleo que están sufriendo acosos, sanciones desproporcionadas y arbitrarias: solicitud de identificación, multas de centenares de euros a manifestantes escogidos al azar, suspensión temporal de empleo y sueldo, penas de hasta dos años de cárcel… Son casos reales que en poco tiempo se han dado.

Desde la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) queremos mostrar nuestro apoyo y cariño a Matilde Castilla ante esta medida injusta, arbitraria e inmoral, que una vez más los poderes públicos exhiben ante las personas de buena voluntad que hacen de la solidaridad y la lucha por la justicia no solo un ideal, sino una práctica cotidiana en su vida. Creemos que esta denuncia y la forma en que se ha realizado (por vía penal) no es fruto de la casualidad ni de un malentendido, sino que obedece a una voluntad decidida y clara de los poderes vigentes de amedrantar a la población y descabezar el tejido asociativo que se va fraguando poco a poco para resistir la tremenda agresión neoliberal que está triturando nuestros derechos sociales, los derechos humanos y que nos encamina a unas condiciones de vida y de trabajo cercanas a la esclavitud. Mientras, los millonarios crecen y las ganancias de las grandes corporaciones industriales y financieras se multiplican hasta niveles inimaginables.

La HOAC, como trabajadores y trabajadoras cristianos comprometidos con los más desfavorecidos y animados por el espíritu liberador de Jesús de Nazaret, denunciamos este acto de represión burdo y absurdo, y tantos otros como se están produciendo en el Estado y en el mundo. Agradecemos enormemente a Matilde y a otros hermanos y hermanas como ella su lucha y entrega sin límites por la causa de los trabajadores y de sus familias. Animamos a todos ellos a que sigan creando tejido social y esperanza para que algún día las personas recuperen su verdadera dignidad y sean el centro de la vida política y económica.

                                                                                                                                           HOAC-CIUDAD REAL

Ciudad Real, 27 de octubre de 2014

viernes, 3 de octubre de 2014

Jornada Mundial por el Trabajo Decente (7 de octubre de 2014) El mundo del trabajo necesita de la alegría del Evangelio.

Jornada Mundial por el Trabajo Decente (7 de octubre de 2014)
El mundo del trabajo necesita de la alegría del Evangelio
 

Ante la celebración de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, el día 7 de octubre, estas palabras recientemente pronunciadas por el Papa Francisco, adquieren un profundo significado y una llamada a toda la Iglesia y a toda la sociedad:
Estamos inmersos en una realidad que ha sufrido y está sufriendo profundas transformaciones en todos los ámbitos de la vida de las personas. Una de las mayores es la manera de entender y organizar el trabajo humano. La forma en que hoy se organiza el trabajo no es compatible con la vida digna a la que estamos llamados.
Tener o no trabajo, tener un salario suficiente para poder vivir, realizar el trabajo en condiciones dignas o no, son condiciones que posibilitan el crecimiento y el desarrollo de las personas o lo impiden.

Basta ilustrar esta realidad con algunos datos:
«Es necesario reafirmar que el trabajo es una realidad esencial para la sociedad, para las familias y
para los individuos, y que su principal valor es el bien de la persona humana, ya que la realiza como
tal, con sus actitudes y sus capacidades intelectuales, creativas y manuales. De esto se deriva que el trabajo no tenga solo un fin económico y de beneficios, sino ante todo un fin que atañe al hombre y a su dignidad. ¡Y si no hay trabajo esa dignidad está herida!» (a los dirigentes y obreros de las fábricas de acero de Terni, 20 de marzo de 2014).
«El problema es no llevar el pan a la casa, esto quita la dignidad. El problema más grave es la dignidad por esto tenemos que trabajar y defender la dignidad que nos da el trabajo» (Encuentro con trabajadores y estudiantes del sector de la industria. Molise, 5 de julio 2014).

En el ámbito mundial:
- más de doscientos millones de mujeres y hombres están desempleados;
- casi mil millones de mujeres y hombres trabajan, pero sus ingresos no les permiten superar el umbral de la pobreza de los 2 dólares al día por persona en sus hogares;
- más de doscientos millones de niñas y niños se ven obligados a trabajar en condiciones infrahumanas o de explotación;
- el desempleo de los jóvenes alcanza niveles alarmantes en muchos países del sur de Europa y África; - se da de hecho una mercantilización e instrumentalización del trabajo y la negación práctica del derecho al mismo para millones de personas.

Si descendemos a nuestro país:
- más de 5,6 millones de desempleados/as (EPA, 2º trimestre 2014);
- más de 1.300.000 familias donde ninguno de sus miembros percibe ningún tipo de ingreso;
- hoy de hecho, se puede tener trabajo y ser pobre;
- las sucesivas reformas laborales han contribuido a laprecarización del trabajo y a extenderla a todos los sectores de producción;
- se han reducido enormemente los derechos laborales que tantos esfuerzos y luchas costaron a las trabajadoras y los trabajadores;
- se han incrementado la pobreza y, mucho más que en el resto de los países de la UE, la desigualdad entre ricos y pobres.

Desde el año 1999, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con participación de gobiernos, y asociaciones empresarias y sindicales, impulsa el objetivo de lograr un trabajo decente como elemento fundamental para combatir el empobrecimiento y como camino hacia una sociedad decente, más justa y humana.
 
También la Iglesia, desde la Doctrina Social (DSI), llama la atención y promueve que se impulse el trabajo decente. Movimientos de creyentes, como el MMTC (Movimiento Mundial de trabajadores cristianos), Caritas Internacionalis, Iustitia y Pax, Pax Romana y cientos de otros grupos representativos de congregaciones, asociaciones y movimientos, han hecho suya esta reivindicación como símbolo de la lucha contra el desempleo, la subocupación y la precariedad laboral.
 
También en nuestro país somos muchas las personas y organizaciones que nos preguntamos ¿qué está pasando con el ser humano, con el trabajo y con la sociedad que se está configurando? Organizaciones sociales como sindicatos, asociaciones de todo tipo, asambleas de parados..., organizaciones eclesiales como parroquias, comunidades, Cáritas, Justicia y Paz, y movimientos apostólicos..., estamos trabajando por construir un nuevo mundo donde el trabajo decente sea una prioridad que nos permita vivir con dignidad, construir nuestra humanidad y crear lazos sociales tan necesarios para construir la fraternidad universal.
 
Como iglesia no podemos permanecer callados y pasivos cuando las condiciones sociales dificultan que el ser humano pueda vivir con arreglo a su dignidad de hijo de Dios.
 
Nuestra preocupación por la vida humana, y especialmente por los pobres en los que vemos a Jesucristo, nos debe llevar a ocuparnos y preocuparnos por la realidad del trabajo. No olvidemos que «los pobres son en muchos casos el resultado de la violación del trabajo humano, bien porque se limitan sus posibilidades (desocupación, subocupación) bien porque se devalúan los derechos que fluyen del mismo, especialmente el derecho al justo salario, a la seguridad de la persona del trabajador y su familia » («Caritas in veritate», 63).
 
Como iglesia, nos comprometemos a asumir la llamada que nos hace el documento preparatorio del Sínodo extraordinario de los Obispos sobre la Familia en su número 71: «En diálogo con el Estado y las entidades públicas, se espera de parte de la Iglesia una acción de apoyo concreto para un empleo digno, para salarios justos, para una política fiscal en favor de la familia, así como la activación de una ayuda para las familias y los hijos».
 
Invitamos a las organizaciones sociales y eclesiales y a todas las personas de buena voluntad, a celebrar este año la Jornada mundial por el trabajo decente reflexionando sobre lo que está aconteciendo en el mundo laboral y descubrir y denunciar las causas que propician el sufrimiento de tantas trabajadoras y trabajadores, familias y pueblos. Con esperanza invitamos a continuar detectando y apoyando las iniciativas que muchas personas, organizaciones y colectivos están desarrollando en el campo del trabajo cooperativo, de empresas de inserción laboral, del trabajo social, del reconocimiento del trabajo no productivo como trabajo necesario para la sociedad; la reivindicación de un ingreso familiar mínimo con el que poder vivir; la banca ética; la economía de comunión. Todas ellas son manifestaciones de que es posible organizar el trabajo desde otros
valores y criterios donde las personas y las familias sean el centro y fin de la producción, de la actividad económica y de la sociedad y no meras herramientas de producción o mercancías a merced de los mercados.
 
Sigamos potenciando las que existen y construyendo otras experiencias nuevas que vayan tejiendo redes de solidaridad y formas de construir nuestra humanidad, donde la actividad humana y el trabajo decente posibiliten la realización de las personas y estén al servicio de la comunión social. 
Como hombres y mujeres creyentes, creemos que la buena noticia del Evangelio pasa por ser buena noticia para el mundo del trabajo. La alegría del Evangelio debe ser también alegría del Evangelio para el mundo del trabajo, para los trabajadores y trabajadoras.

3 de octubre de 2014
Apoyan:

Acción Católica General
Juventud Estudiante Católica
CONFER
Justicia y Paz
Movimiento Rural Cristiano
Cáritas Española
Movimiento de jóvenes Rurales Cristianos
Foro de Laicos
FRATER
ACO (Acción Católica Obrera)
Profesionales Cristianos
Hermandades del Trabajo

miércoles, 30 de julio de 2014

COMUNICADO CURSOS DE VERANO: Oración y compromiso por el trabajo digno para una sociedad decente, fraterna y sostenible


Del 14 al 23 de julio, hemos celebrado en Ávila, en la Universidad de la Mística (Cites), los Cursos de Verano de la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica). Son un espacio de oración, diálogo, profundización y convivencia para sacerdotes y seglares. Alrededor de trescientas personas hemos compartido estos cursos cuya temática ha sido” Oración y compromiso por el trabajo digno, para una sociedad decente, fraterna y sostenible”.
°En un primer momento y a través de distintas ponencias y reflexiones, hemos compartido  la “Necesidad de una teología del trabajo en tiempos de crisis y retos que se nos presentan”, así como pistas  para “Orar desde la espiritualidad del trabajo”. Hemos mirado  la realidad desde el Evangelio y la importancia de la Teología del trabajo para recuperar la dignidad de las personas, como elemento clave para construir una sociedad decente y los retos que se nos presentan ante la situación que estamos viviendo.
°En el espacio de oración, hemos compartido  las experiencias de precariedad laboral de  militantes , desde la perspectiva “Orar desde la vida de seglares comprometidos en el mundo obrero y del trabajo” y hemos reflexionado sobre  “La visión del trabajo en Guillermo Rovirosa”.
° En otro momento de los cursos , hemos compartido y dialogado sobre  la “Situación actual del mundo del trabajo y sus consecuencias para la vida de las personas”, así como la  “Aportación de la Iglesia sobre el trabajo humano como principio de vida”, interpelándonos  desde el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia, sobre la necesidad de beber de la pedagogía de Dios y de la teología, para darnos cuenta de lo que está pasando con la vida de las personas trabajadoras desde la mirada de Dios.
°Asimismo dialogamos sobre los “Retos que la situación mundial del mundo obrero y del trabajo nos presenta a la Iglesia”.
Junto con nuestra actividad de oración y formativa hemos tenido también ocasión de escuchar y acoger la experiencia de las jóvenes de la Oficina Precaria de Madrid que han compartido su trabajo de reivindicación y lucha con jóvenes parados y su apuesta por la acción y por la esperanza ante la dificultad de la situación laboral de tantos jóvenes hoy.
°También, en el marco de estos días hemos tenido la oportunidad de compartir la eucaristía con la iglesia de Ávila y con su obispo en la  Catedral del Salvador y hemos manifestado públicamente en la calle que nuestra sociedad sólo podrá ser decente en la medida que sea capaz de procurar trabajo digno para todos los hombres y mujeres que la formamos.
°En los espacios de oración, reflexión y diálogo de los cursos, las personas allí presentes hemos podido compartir algunas de las ricas experiencia de vida de quienes, en la situación de desigualdad y empobrecimiento actual, están siendo esperanza y apuestan por la construcción de una sociedad más fraterna.
Hemos visto que millones de hombres y mujeres están desempleados, privados de su derecho al trabajo. Vemos que quienes trabajan con empleo precario e inestable, con largas jornadas laborales y salarios bajos, no consiguen salir de la pobreza; no pueden vivir con dignidad y cubrir las necesidades básicas. Lo vemos porque además somos parte de esa realidad. Lo que nos está pasando lo describía emocionado el Papa Francisco: “No llevar el pan a casa nos roba la dignidad” (Molise, 6/7/2014 Encuentro con trabajadores y pequeños empresarios)
Ante esta situación reclamamos trabajo digno para una sociedad decente, fraterna y sostenible y creemos necesario:
• Repensar el sentido de nuestra humanidad.
• Repensar la economía y la política desde el carácter humanizador del trabajo.
• Recuperar el sentido y el valor profundo del trabajo más allá del empleo.
• Garantizar una renta básica para las familias, mientras no se pueda asegurar empleo digno para todos.
• Luchar por unas condiciones dignas de empleo, por un trabajo decente.
• La necesidad de reformar los fines sociales de la empresa y de impulsar y extender formas no mercantilistas de empresa.
• Entender y defender que el trabajo lo hacen personas, con necesidad de descanso, de familia y de vida social
• Luchar por la defensa y extensión de los derechos sociales, desvincular derechos sociales y empleo.
• Fortalecer y renovar el movimiento sindical, propiciando una nueva cultura sindical.
Para nosotros y nosotras, militantes de la HOAC, Jesucristo es la verdadera propuesta de liberación para los hombres y mujeres del mundo obrero y del trabajo en todo el planeta. Es tiempo de hacer visible al Dios de Jesucristo, de hacer vida su misericordia, su opción en favor de los más pobres, su pasión por todas las personas, su denuncia de la injusticia que niega la dignidad y su apuesta decidida por transformar todo lo que sea necesario para ir construyendo un mundo de hermanos.
Por eso apostamos por poner en marcha, junto con todos los hombres y mujeres de buena voluntad y junto a otros grupos y organizaciones, otras formas de vivir, trabajar y organizar nuestra vida social… que sean signo vivo y real del Reino de Dios y de su justicia. A ello nos comprometemos.
Ávila, 23 de julio 2014.




martes, 13 de mayo de 2014

Comunicado ante las próximas elecciones europeas



CARITAS, CONFER, HOAC,
JUSTICIA Y PAZ y AEFJ (África-Europa Fe-Justicia)
ANIMAN A LA MASIVA PARTICIPACIÓN
EN LAS ELECCIONES EUROPEAS

 El próximo 25 de mayo los españoles estamos convocados a elegir 54 de los 751 diputados que compondrán el nuevo Parlamento Europeo y que representarán a unos 490 millones de ciudadanos europeos (28 países miembros). En estas elecciones, el nuevo Parlamento estrena mayores competencias: elige al Presidente de la Comisión, tiene que aprobar al conjunto de los miembros que propone el Consejo Europeo para formar la Comisión y puede destituir a la Comisión mediante una moción de censura.
El gran reto al que se enfrentan los ciudadanos europeos es la desinformación acerca de las instituciones, funcionamiento y repercusiones de lo que se realiza, día tras día, en la Unión Europea, unido al casi total desinterés por lo que en la UE se debate.
Desde nuestra común identidad cristiana y a la luz del Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia, animamos a todos los votantes a tomar conciencia de la importancia de este momento, donde con nuestro voto podemos construir una Europa más justa y solidaria con las personas y los países más débiles y vulnerables.
La Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) anima, con motivo de la convocatoria de las elecciones al Parlamento europeo, a configurar Europa como una comunidad de solidaridad y responsabilidad, basada en un modelo de economía social de mercado en el que no solo prime la economía y donde tengan la debida importancia la moral, la política y la voluntad decidida de preservar los derechos fundamentales de todas las personas.
Nuestras organizaciones consideran necesario apostar decididamente por una Europa comprometida con una justicia económica y social universal, dispuesta a:
a) Establecer un marco de protección de los derechos económicos y sociales, e impulsar políticas de lucha contra el desempleo -especialmente el juvenil y el de larga duración- orientado a la creación de puestos de trabajo dignos para todos.
b) Promover la reducción de la pobreza y la exclusión social a través de instrumentos como el salario mínimo interprofesional y una renta básica familiar.
c) Reforzar la cooperación a favor del desarrollo económico, los derechos humanos y la democracia tanto en los países más pobres como en los de nuestro entorno.
d) Adoptar políticas que mejoren la regulación de los mercados financieros, a fin de frenar la especulación y la evasión fiscal, favorecer su transparencia y su adecuación a la economía real y productiva, promoviendo la desaparición de los paraísos fiscales y el secreto bancario, y aplicando impuestos a las operaciones financieras internacionales.
e) Impulsar normativas y políticas que aseguren mayor respeto del medio ambiente, la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático.


f) Promover una reforma del sistema económico-financiero global, a fin de ponerlo verdaderamente al servicio del bien común universal, favoreciendo la creación de una autoridad política democrática universal que lo haga posible

Así mismo, consideramos que Europa no puede renunciar a un mayor compromiso con los derechos humanos, base del respeto de la dignidad de la persona. Entre otros retos, es urgente garantizar los derechos humanos de los migrantes y reforzar la lucha contra la trata de personas, evitando la mortalidad en el mar y las fronteras, estableciendo vías efectivas y realistas para la inmigración laboral y el asilo en Europa, impulsando la integración social y luchando contra el racismo y la xenofobia.
Es necesario, además, que todos los países europeos trabajen por una paz universal promoviendo el desarme y el control del comercio de armas.

Los problemas y retos a los que se enfrenta Europa son muchos y muy complejos.
La construcción de Europa como un gran espacio de integración política y económica, de justicia social, de promoción del desarrollo humano integral y de la paz, con vocación de referencia mundial, es una meta irrenunciable a la que todos debemos contribuir ejerciendo nuestro derecho a votar.
Por ello, como creyentes y como hombres y mujeres de buena voluntad, no podemos permanecer indiferentes ante estas elecciones, tras la excusa de lo complicado de las instituciones, del desencanto generalizado o del sentimiento negativo de que “nada vale la pena”.

Invitamos a toda la ciudadanía a participar, a través de las urnas, en la construcción de otra Europa más acogedora y más justa, y a asumir un compromiso activo en la defensa de los derechos de los últimos y no atendidos por parte de las estructuras legislativas y ejecutivas de la UE.

lunes, 5 de mayo de 2014

DIA DE LA HOAC 2014

Queridos amigos y amigas:
                El próximo domingo día 11 de mayo celebramos el Día de la HOAC. Nos encontraremos y pasaremos la jornada en Carrión de Calatrava en el Pozo Artesiano. Allí nos reuniremos los militantes con todos los amigos y compañeros del trabajo, del barrio, de las organizaciones, de la Iglesia… que queráis asistir. Este año el lema es: “Un trabajo digno para una sociedad decente”.
Queremos que esta jornada sea un momento festivo, abierto, ilusionante y constructivo, donde celebrar y compartir la vida y experiencias de acción y movilización en esta realidad conflictiva que está afectando a la vida de los trabajadores y trabajadoras, y a sus familias.
Si queréis disfrutar con nosotros de este día, os esperamos allí. Y si no podéis estar, acordaos y pedid por nosotros: por la HOAC y sus militantes, por las víctimas del trabajo (precarios, parados, enfermos…) y por la misión de la Iglesia en el mundo obrero.

Un abrazo en Cristo Obrero y ¡hasta mañana en el altar!

miércoles, 23 de abril de 2014

Comunicado 1º de Mayo - JOC - HOAC


 
Ante un nuevo 1º de mayo, día internacional de los trabajadores y las trabajadoras, fiesta del movimiento obrero mundial, la HOAC y la JOC, movimientos de Acción Católica especializada en el mundo obrero, queremos ofrecer nuestra reflexión.

Recordamos en este día a tantos trabajadores y trabajadoras que sufrieron y continúan sufriendo a lo largo de la historia condiciones precarias e inseguras de trabajo, lo que les ha llevado a perder la salud e incluso la vida. Trabajadores explotados por la usura de los empresarios, o de grupos multinacionales o financieros, que especulan y no dudan, en poner como centro de la actividad económica el beneficio y el dinero.

Así la persona y sus familias, son mercancía que se compra a cambio de un salario cada día menor. También recordamos a quienes, siendo un ejemplo de resistencia y lucha, han permitido que el colectivo obrero y la sociedad en general, avanzáramos hacia un mundo de justicia, igualdad, paz y desarrollo y nos implicáramos en la construcción de un mundo más fraterno.

Denunciamos que el Mundo obrero está sufriendo las consecuencias de una desigualdad cada vez mayor, entre países y dentro de cada país. El trabajo convertido en un factor más de la producción y al servicio del capital, está dejando de ser un elemento esencial para que las personas y las familias puedan vivir con dignidad. Un escenario nefasto para el desarrollo de la vida de tantas personas ¿Por qué no podemos vivir sin trabajo, y si trabajamos perdemos la vida? puede parecer exagerado… ¡pero no! Actualmente en España nos encontramos con una escalofriante tasa de desempleo del 26% (5.896.300 de personas) [1], del 56% si hablamos de jóvenes. Quienes encuentran trabajo, casi en su totalidad, obtienen empleos precarios e inestables [2] que también nos van quitando la vida, a veces incluso con salarios que no permiten salir de la pobreza.

Hay un ataque planificado y dirigido a redistribuir la riqueza desde la mayoría humilde obrera y trabajadora hacia un grupo dominante minoritario, aplicando la despiadada ideología neoliberal en un mundo con fronteras para las personas, pero no para el dinero.

El reciente Informe Foessa “Precariedad y cohesión social”, presentado por Cáritas y cínicamente cuestionado por el gobierno, constata el empeoramiento de la situación laboral y social que se extiende a amplios sectores de la población.

En España la fractura social entre los más pobres y los más ricos se ha ensanchado un 45%. Cinco millones de personas se encuentran afectadas por situaciones de exclusión severa, un 82,6% más que en 2007, en su mayoría familias trabajadoras. Las diferencias son mucho más claras según la edad: los jóvenes menores de 29 años representan el 44% de las personas excluidas, y la exclusión social en la infancia se está convirtiendo en un problema de primer orden.

Es evidente el empobrecimiento acelerado del mundo obrero, que día a día encuentra más dificultades en el acceso a sus necesidades y derechos más básicos (alimentación, salud, vivienda, educación…) Esto contrasta con el creciente enriquecimiento de las élites económicas y financieras.

Ante la situación de insolidaridad estructural que se vive en todo el mundo respecto a los trabajadores, y más si cabe respecto a jóvenes que quieren y no pueden trabajar, observamos que las condiciones de vida que ofrece nuestra sociedad no son decentes porque humillan a grandes cantidades de personas abocándolas al desempleo o a trabajos precarios permanentes y mal remunerados que no garantizan una vida digna; a la pobreza que impide un mínimo proyecto de vida personal y familiar sostenible y duradero.

¿Tiene sentido seguir hablando de trabajo digno? ¿Cómo mirar desde una perspectiva cristiana la realidad del trabajo? ¿Puede ser hoy Buena Noticia nuestra manera de comprender el trabajo a la luz del Evangelio y de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI)?

Ofrecemos la reflexión de la DSI, que establece el trabajo como la clave de la cuestión social. El Papa Francisco se ha referido repetidamente a la importancia del trabajo para tener una vida digna: “Donde no hay trabajo, falta la dignidad. Y esto (…) es consecuencia de una elección mundial, de un sistema económico que lleva a esta tragedia; un sistema económico que tiene en el centro un ídolo, que se llama dinero.” [3]

La persona debe ser y estar en el centro de la actividad económica, de la política, de las relaciones laborales, del trabajo. La forma en que se está organizando el trabajo y la sociedad nos deshumaniza, nos impide el desarrollo personal, familiar, social y nos condena, a vivir para trabajar, dispuestos a aceptar cualquier condición laboral. Se supedita al ser humano y a la familia a esta lógica.

Reconocemos que a pesar de esta situación, amigos, vecinos y familiares, voluntarios anónimos, movimientos y entidades sociales, organizaciones obreras, colectivos de Iglesia como Cáritas o Manos Unidas y otros muchos están ofreciendo experiencias de apoyo mutuo, de resistencia pacífica, de alegría en el compartir lo que no sobra. Experiencias que rechazan el individualismo, que mantienen viva la esperanza en que el tiempo dará la razón a los que ahora son olvidados por las estructuras.

Proponemos la Buena Noticia de Jesús de Nazaret, que sigue teniendo una extraordinaria fuerza profética y revolucionaria, pues la escala de valores que nos propone subvierte de raíz el orden establecido. El Evangelio anuncia que la vida humana no tiene otro sentido que dar vida, gastarse en la tarea de hacer posible que otros tengan vida. Por eso hoy debemos “convertir en actores a los que sólo son espectadores”, como decía Guillermo Rovirosa, promotor de la HOAC, o recordar nuevamente que “un joven trabajador vale más que todo el oro del mundo” como afirmaba Cardjin, fundador de la JOC.

Nos sentimos llamados y llamadas a repensar la economía y la política desde el carácter humanizador que tiene el trabajo, y sabiendo que el empleo fijo y para toda la vida probablemente ya no volverá, mientras perdure este sistema capitalista. Hemos de trabajar por garantizar una renta básica para que todas las personas tengan los mínimos para vivir con dignidad, sin renunciar a la defensa de un trabajo digno. Debemos poner nuestra mirada en los que no pueden esperar, no podemos conformarnos con que nuestro modelo de vida se caracterice por la precariedad vital que la crisis ha generado.

Reivindicamos seguir luchando por la defensa y extensión de los derechos sociales y por la necesaria renovación y fortalecimiento del movimiento sindical. Es hora de seguir construyendo pequeñas alternativas en lo económico y en lo relacional, basadas en el incremento del compartir, a veces incluso lo que no sobra, a contracorriente y en contraposición de la cultura falsa e inhumana del “tener más para vivir mejor”. Pequeñas, pero imprescindibles experiencias para imaginar e ir viviendo desde ya un futuro mejor posible frente al “único” pretendido por los que nos han traído hasta la situación actual. Es imprescindible que los cristianos y cristianas trabajemos activamente, junto a nuestros hermanos de trabajo, en la radical “defensa del pueblo deshumanizado, empobrecido y crucificado” en palabras de Ignacio Ellacuría.

Animamos a seguir construyendo esa nueva sociedad, de relaciones humanas, sociales, laborales, que sean camino de humanización, de fraternidad y vida de comunión.

Anunciamos que las tristezas y las angustias de los trabajadores y trabajadoras, sobre todo de quienes más sufren, son también las tristezas y angustias de quienes seguimos al Cristo obrero, al carpintero de Nazaret, que proclamó el Reino de Dios y su justicia. Continuamos celebrando la lucha obrera y mientras, tenemos el reto de seguir mostrando el amor al mundo obrero y la fuerza solidaria que tiene Jesucristo.

1 de mayo de 2014

[1] Datos de la EPA (1Trim. 2014)

[2] El 92,3% de los contratos registrados durante 2013 fueron de carácter temporal según el informe Foessa “Precariedad y cohesión social”.

[3] Discurso del Papa en su encuentro con el mundo del trabajo en Cagliari, 22-9-2013

 

lunes, 21 de abril de 2014

28 de Abril. 20:00 horas - Plaza Mayor de Ciudad Real

La Hoac de Ciudad Real tendremos el próximo lunes 28 de abril una concentración en la Plaza Mayor de Ciudad Real, a las 20:00 horas por el motivo del día internacional por la seguridad e higiene en el trabajo.
 

lunes, 3 de marzo de 2014

CINE FORUM: 6 DE MARZO: MAQUILAPOLIS


Comunicado de la HOAC y la JOC - 8 de marzo de 2014 - Día internacional de la mujer trabajadora

En 1911 se celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Una jornada de reivindicación que nació a favor del derecho al voto, al trabajo, a la no discriminación laboral, familiar y social.
En este 8 de marzo queremos tener presente a todas las mujeres trabajadoras, especialmente a las que día a día luchan contra la incertidumbre económica y vital a la que llamamos crisis, y que viene sirviendo de excusa para precarizar nuestras condiciones de vida y de trabajo, mientras se prioriza dedicar los recursos económicos a la rentabilidad económica de unos pocos creando más pobreza y más desigualdad. (INFORME FOESSA 2013 Cáritas, una sociedad fracturada a causa del aumento severo de la desigualdad.)
Nosotras, hombres y mujeres de la HOAC y la JOC, vemos como el actual modelo social, político y económico, patriarcal y capitalista, nos sigue sometiendo a las personas, y especialmente a las mujeres:
- A nivel mundial, la crisis incrementó la disparidad entre las tasas de desempleo de hombres y mujeres y destruyó 13 millones de empleos para las mujeres en todo el mundo, según la OIT.
- Además, las mujeres representamos las dos terceras partes de la población mundial en situación de pobreza, sufriendo una mayor desventaja en el acceso a la tierra, a la educación, al empleo, a la vivienda, a la cuantía de las pensiones y muriendo más por enfermedades curables. Las mujeres sufrimos el hambre en el mundo, de manera más sangrante.
- El 2013, España cerró el año con una tasa de paro femenino del 26,9% (EPA), siendo uno de los países de Europa con más desempleo entre las mujeres. Pero los datos son más espeluznantes entre los grupos de edad más jóvenes: la cifra de paro alcanza el 75,6% en las mujeres entre 16 y 19 años, y es del 50,5% en las mujeres entre 20 y 24 años.

Las mujeres trabajadoras sufrimos doblemente las consecuencias de esta situación, por la propia situación que afecta al conjunto del mundo obrero y del trabajo, y por nuestra condición de mujer. Las mujeres con poca cualificación, pertenecientes a familias de barrios obreros, muchos de exclusión social, con empleos poco remunerados y sin derechos, con importantes responsabilidades familiares, muchas de ellas inmigrantes, son el eslabón más débil y que soporta mayor discriminación y mayor explotación por ser mujeres trabajadoras y trabajadoras pobres.
Además nuestra sociedad todavía no ha dado respuesta al rechazo de la maternidad o paternidad al que hoy día asistimos, ni a la contradicción entre el sistema productivo y la estructura familiar.

La liberación de la mujer de toda forma de abuso y de dominio tiene un mensaje de perenne actualidad, el cual brota de la actitud misma de Cristo hacia las mujeres.
¿Y qué dice la Iglesia ante estas situaciones?
- Ante los recortes que ya han dejado a unas 136.000 personas sin la posibilidad de cotizar a la seguridad social por cuidar un familiar, y de las cuales la gran mayoría son mujeres. El Papa Francisco recuerda que: "entre las mujeres encontramos constantemente los más admirables gestos de heroísmo cotidiano en la defensa y el cuidado de la fragilidad de sus familias." (Evangelii Gaudium, (EG) 212).
- Ante la menor representación en los órganos de decisión sociales y eclesiales, nos dice que «el genio femenino es necesario en todas las expresiones de la vida social; por ello, se ha de garantizar la presencia de las mujeres también en el ámbito laboral» y en los diversos lugares donde se toman las decisiones importantes, tanto en la Iglesia como en las estructuras sociales. (EG, 103)
- Ante los asesinatos sufridos por razón de nuestro sexo. “Doblemente pobres son las mujeres que sufren situaciones de exclusión, maltrato y violencia, porque frecuentemente se encuentran con menores posibilidades de defender sus derechos.” (EG, 212)
Hoy persisten muchas formas de discriminación que ofenden la dignidad y vocación de la mujer en la esfera del trabajo, por lo que hemos de seguir luchando en pro de la igualdad y la justicia, desde nuestra fe, recordando a todas las mujeres, muchas anónimas, que entregaron su vida para que la situación de la mujer y de la sociedad avanzara, liberándonos de muchas de nuestras esclavitudes. “Mujeres, que han sido y son todavía olvidadas en sus anhelos, marginadas frecuentemente e incluso reducidas a esclavitud.” (Compendio DSI, 236) Las reivindicaciones de los legítimos derechos de las mujeres nos plantean, a la Iglesia y a la sociedad, profundas preguntas que nos desafían y que no se pueden eludir superficialmente.
La HOAC y la JOC, como cristianos y cristianas, sensibles a las condiciones de vida y de trabajo opuestas al Proyecto de Dios y que atentan contra la dignidad de toda mujer y de toda persona, hacemos una llamada a la reflexión, la acción, el compromiso y a la denuncia profética. Y lo hacemos desde la capacidad que las personas tenemos para organizar la vida social desde la igualdad y desde el respeto a la diversidad de cada hombre y mujer.

Queremos vivir todas estas situaciones con ilusión y esperanza, desde la corresponsabilidad en esta tarea. Así, la JOC y la HOAC queremos seguir dando pasos para cumplir nuestra misión de acercar más Iglesia y Mundo Obrero. Jesús siempre estuvo atento a las personas, en especial a quienes menos contaban, desde el amor y la cercanía, buscando devolver a cada persona su dignidad negada.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Guillermo Rovirosa


Guillermo Rovirosa Albet nace en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) el 4 de Agosto de 1897. A los 18 años rompe con la vida cristiana y comienza los estudios en la Escuela de Directores de Industrias Eléctricas de Barcelona. En 1922 se casa con Catalina Canals. Vive un tiempo de desorientación y de búsqueda de la verdad en las filosofías y corrientes religiosas del momento. Se trasladan a París.

          Unas palabras casualmente oídas al Arzobispo de París le hacen ver que ha rechazado a Jesucristo sin conocerlo realmente. Por honestidad, emprende un proceso de información sobre la figura de Jesús que culmina con su conversión a la fe cristiana en la Navidad de 1933.

          Trabaja en Madrid. Allí le sorprende la guerra civil. Es elegido presidente del comité obrero de su empresa. Organiza una «capilla clandestina» en su casa. Entra en contacto con la Doctrina Social de la Iglesia. Al terminar la guerra es condenado a 12 años de cárcel, de los que cumple uno.

         A finales de 1940 se incorpora a la Acción Católica. En mayo de 1946 los Obispos de España le encargan la tarea de organizar y poner en marcha la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), como movimiento apostólico especializado para obreros adultos. Se dedicará por entero al apostolado en el mundo del trabajo, viviendo como un obrero pobre.

         Viaja infatigablemente por toda España, organiza cursillos, hace posible el semanario obrero «¡TÚ!», dirige el «Boletín de la HOAC», visita la mayoría de los Seminarios, cuida especialmente la formación de militantes. Su palabra honda y directa conmueve siempre, reclamando la vivencia genuina del Evangelio, la valoración del trabajo y la dignidad del obrero.

          En 1957 la jerarquía eclesiástica lo retira de la dirección de la HOAC. Rovirosa lo asume con inmensa paz y, en adelante, y tras un accidente en que pierde un pie, hace largas estancias en Montserrat. Es éste un tiempo muy fecundo, de profundización espiritual, de avance en su pensamiento y de permanente colaboración apostólica.

          El 27 de febrero de 1964 muere en Madrid.