“Basta, hermanos, basta. Hay que parar las armas que nunca traerán la paz (…) Todo ser humano… es sagrado, precioso a los ojos de Dios y tiene derecho a vivir en paz”. Papa Francisco (12/11/2023).
Los gobiernos de Israel llevan décadas ejerciendo una terrible violencia y haciendo la vida imposible al pueblo palestino, violando el derecho internacional y actuando a su antojo sin que haya una reacción consecuente de la comunidad internacional. Pero lo que está ocurriendo durante más de año y medio es especialmente grave, porque el gobierno y el ejército israelí están asesinando masivamente a la población palestina en Gaza, con total impunidad, ante la pasividad, la hipocresía y la cobardía de una comunidad internacional que solo habla tímidamente en lugar de hacer lo que debería, presionar a Israel, en serio, para que detenga las operaciones militares y deje inmediatamente de masacrar al pueblo palestino.
Privar a la población palestina de lo mínimo necesario para sobrevivir, negándose incluso la libre circulación de la ayuda humanitaria, desplazar bajo amenazas de un lugar a otro a la población como si fueran bultos y no personas, bombardear hospitales, campos de refugiados, las viviendas de la población…, son crímenes que deben ser castigados con toda contundencia. Nada lo justifica, tampoco los ataques terroristas sufridos por la población de Israel.

Colaborar en la actual situación con el gobierno de Israel es ser cómplices de los crímenes que está cometiendo contra la población palestina. Utilizar como pretexto para tal impunidad los ataques terroristas contra la población de Israel es repugnante. Lo que está haciendo el gobierno de Israel no tiene nada que ver con el derecho a la legítima defensa, que no puede significar nunca asesinar a la población. La vida de ningún israelí vale más que la de cualquier palestino. Todas y cada una son igual de valiosas, son sagradas. El desprecio por la vida de quienes asesinaron a personas en Israel y de quienes están asesinando a la población palestina en Gaza es el mismo. Permitir la impunidad al gobierno de Israel para asesinar es una enorme monstruosidad.