martes, 8 de marzo de 2011

Comunicado Día de la Mujer Trabajadora

COMUNICADO ANTE EL DIA DE LA MUJER TRABAJADORA
8 Marzo de 2011

El 8 de marzo es un día para rememorar el pasado y ser agradecidos y agradecidas; para observar el presente y hacernos eco de la realidad; y también para mirar al futuro y lanzarnos valientemente hacia él.

8 de marzo de 1911: el pasado que construyó el presente
Fue en 1911 cuando se celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer Trabajadora con una reivindicación a favor del derecho al voto, el derecho al trabajo y la no discriminación laboral. La elección del 8 de marzo tuvo su origen en los hechos sucedidos en la misma fecha del año 1908. 146 mujeres, trabajadoras de la fábrica textil Cotton, de Nueva York, murieron calcinadas en un incendio provocado por las bombas incendiarías que les lanzaron como respuesta ante la negativa de abandonar el encierro en el que protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo que padecían.

Con aquel primer Día Internacional de la Mujer Trabajadora se inicia una tradición que cumple 100 años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo. Nuestra admiración, por tanto, hacia las mujeres que han luchado por defender su dignidad de mujeres y de trabajadoras, y que han conseguido la conquista de fundamentales derechos sociales, económicos y políticos.

martes, 1 de marzo de 2011

Cuaresma 2011

Cuaresma 2011 “Para humanizar la vida y las relaciones”

Dice mi vecino “el ateo” - así se llama a sí mismo cuando hablamos -, que el lío de la Cuaresma prueba que «la religión y el ocio es un buen negocio». Por mi parte, le insisto en que hay personas y comunidades que tratan de vivir la Cuaresma desde las víctimas de todos los inhumanos negocios y desde la solidaridad y la defensa de la justicia. Porque, para ellas, la Cuaresma es una llamada a no vivir para sí mismas sino para Dios, que es lo mismo que vivir para los que, desde las cunetas del mundo, reclaman una vida más digna y humana. En este momento, mi vecino “el ateo”, saca unos folios amarillentos y rotos por los dobleces, y me dice: «Hace años un cura me habló de ello mientras cogíamos aceitunas, pero, la pena es que todavía no lo he visto». Y me entregó un escrito, del año 1990, de Diamantino García, que, con permiso de mi vecino “el ateo”, comparto con ustedes con pequeños cambios de redacción.

Lo propio de la Cuaresma no es la mortificación sino la vivificación: “La Pascua es el triunfo de la vida sobre la muerte, y la Cuaresma es celebración de esa vida. Por eso, no tiene que ser sinónimo de mortificaciones y complejos de culpa”… Por eso, “en lugar de mortificaciones, vivificaciones; en lugar de dejar de comer algo, invita a alguien a comer; en lugar de ahorrar para no gastar, por a disposición de otro lo que tienes; en lugar de complejo de culpa, sentimiento de vivir la gracia”, sabiendo que «eres una persona de suerte porque Dios se ha empeñado en ti, porque conoces la esperanza evangélica, cuentas con amigos y amigas realmente excelentes, con una familia, que difícilmente se encuentra…» Por todo esto, hay que dar gracias a Dios y a los otros.