jueves, 11 de agosto de 2022

Comunicado de los cursos de verano 2022

 


Con el título Soñando el trabajo decente, construyendo prácticas de comunión, la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) ha realizado, del 1 al 7 de agosto, una nueva edición de sus Cursos de Verano, un espacio de profundización, diálogo y convivencia que ha contado con algo más de 200 personas entre militantes y simpatizantes.

Desde hace seis años venimos planteando una reflexión en torno a la defensa del trabajo digno. En estos cursos hemos seguido desarrollando ese planteamiento centrado en las propuestas y prácticas que defendemos para avanzar hacia el trabajo y la vida digna, y la espiritualidad necesaria para llevar adelante el sueño del trabajo decente.

Los cursos se han desarrollado en tres jornadas:

Las de reflexión, realizada los días 1 y 2 de agosto, con la ponencia Claves de la espiritualidad y la mística, desde el servicio de consiliarios y animadoras y animadores de la fe de Fernando C. Díaz Abajo, consiliario general de la HOAC. Hemos recordado la necesidad de repensar la espiritualidad entroncada en la vida del mundo sin que deje de ser contemplativa. Orar y reflexionar sobre la misión de los consiliarios y animadores de la fe en tanto cuidadores de la experiencia del Espíritu en la vida de las y los militantes.

Las de profundización y diálogo, desarrolladas del 3 al 5 de agosto, sobre Propuestas y prácticas para la vida digna y el trabajo decente. Hemos contado con la ponencia De camino hacia la vida digna, pasando por el trabajo decente de Raúl Flores, coordinador de estudios de Cáritas Española. Hemos profundizado en el significado de “trabajo decente” que es mucho más que ganarse el pan. En el impacto de los empleos informales, la realidad del empleo en los sectores más precarizados, la importancia del trabajo reproductivo y de cuidados. Constatamos que la mejor política social es la que no deja a nadie atrás.

También hemos conocido dos experiencias de economía social y solidaria. Moda re—, con la intervención de su director, Albert Alberich; y Traperos Emaús Huelva, con su coordinador, Javier Rodríguez. Ambos proyectos comparten objetivo: colaborar en la construcción de una sociedad más inclusiva y sostenible, reduciendo el impacto social y medioambiental, dando una segunda oportunidad para objetos y personas.

En la defensa de los derechos sociales y de los servicios públicos, hemos contado con los testimonios de Sara García, sindicalista de USO; Joanen Cunyat, coportavoz de la Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones; Laura Barrio, investigadora social y activista por el derecho a la vivienda; Marciano Sánchez, portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública; y Marius Fullana, miembro de FAMPA de Valencia. En síntesis se comparte que hay que seguir implicados en las conquistas sociales y en la defensa de los servicios públicos ya que “no son eternas, si no se sigue luchando para mantenerlas, se pierden”.

En la segunda ponencia de esta jornada de profundización ha intervenido Pino Trejo, militante de la HOAC, que con el título ¡Soñemos el trabajo decente! nos ha ayudado a dirigir la mirada hacia la realidad del mundo obrero hoy pero con la perspectiva del Reino. De la necesidad de soñar juntos “sueños de fraternidad que mejoran el mundo” y de seguir soñando por un trabajo decente para todos y en todo lugar sin dejarnos atrapar por las tentaciones de “ya está todo dicho, yo por mi cuenta, a ver con qué me sorprenden”. Somos los que no abandonan, los que empeñan la vida por un sueño.

En este encuentro también nos han acompañado Américo Monteiro, coordinador nacional del Movimiento de Trabajadores Cristianos de Portugal (MTC/LOC) y Cristina Antoñanzas, vicesecretaria General de la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT).

Celebramos la Eucaristía con la comunidad parroquial de la iglesia de San Sebastián, una ocasión para dar gracias por lo vivido en estos cursos y por el 125 aniversario del nacimiento de Guillermo Rovirosa, promotor y primer militante de la HOAC. “La gratitud a Dios es especialmente significativa por su vida de santidad, por haberlo hecho obrero de su mies, y porque en él, Dios nos ha abierto el camino de la misericordia entrañable con el mundo obrero y del trabajo… [Él] nos encarga ser su atalaya, para anunciar con nuestra vida y testimonio que hay otra forma de vivir realmente humana, la que nos coloca en el lado sagradamente humano de la vida capaces de suscitar esperanza”.

Como signo de nuestro compromiso comunitario, hemos realizado un gesto público en la plaza de Anaya escenificando situaciones de pobreza, exclusión, desempleo, precariedad y siniestralidad laboral, entre otras. Así como la respuesta a estas realidades, basada en la defensa del trabajo decente, los derechos sociales, o en otra distribución de la riqueza y en el fomento de la economía social y solidaria.

La HOAC llama a “soñar juntos por el trabajo decente” porque los sueños, como señala el papa Francisco, “tienen la capacidad de ponernos en movimiento, de ponernos en camino” y porque “en este momento no alcanzan el cerebro y las manos, necesitamos también el corazón y la imaginación”. Un sueño que reclama:

El acceso a un empleo estable y el respeto a la dignidad esencial de toda persona

La reducción de la jornada laboral para conciliar y rescatar el tiempo creativo de las exigencias de la producción

La necesidad de potenciar los derechos sociales y los servicios públicos, como derechos humanos inalienables

El cumplimiento estricto de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y las medidas de inspección y control que eviten la enfermedad y la muerte: El trabajo es para la vida

La promoción y el impulso de la formación y la cultura obrera de la solidaridad

Por la creación de espacios de encuentro entre el mundo del trabajo y la Iglesia

La redistribución de la riqueza a través de un ingreso básico o salario universal

La cultura del bien común que permite compartir bienes, tiempo, practicar otro consumo y fortalecer la economía del bien común, social y solidaria

El tercer espacio de los cursos son las jornadas de oración, que se desarrollan el 6 y 7 de agosto. Dinamizadas por Àlvar Miralles, consiliario de la HOAC de Segorbe-Castellón, con distintas meditaciones sobre Ser personas de oración para hacernos cargo de la precariedad, nos van a permitir discernir este planteamiento con nuestra vida y en nuestros compromisos.

¡Hasta mañana en el altar!

martes, 26 de abril de 2022

Comunicado de Pastoral Obrera y Pastoral de la Salud de Ciudad Real ante el 28 de abril, Día Mundial por la Seguridad y la Salud en el Trabajo

En defensa de la vida y el trabajo digno 

Ciudad Real, 28 de abril de 2022

La pérdida de la salud en el trabajo, y en excesivas ocasiones de la vida, es un grave problema que necesita ser abordado en profundidad.

Como cada 28 de abril, Día Mundial por la Seguridad y la Salud en el Trabajo, la sociedad recuerda la pérdida de salud y vidas que se dan en el mundo del trabajo. Como Iglesia nos sumamos a este recuerdo y nos sentimos solidarios de todos aquellos que se empeñan en mejorar las condiciones de vida y de trabajo para erradicar esta lacra. Al mismo tiempo, nos queremos hacer cercanos a las personas trabajadoras que ven mermada su salud o que pierden su vida en el desempeño de su trabajo.

La Doctrina Social de la Iglesia lo ha manifestado con rotundidad: ¨El trabajo es para la vida, no la vida para el trabajo¨ (JP II, LE, 5).

Los datos sobre la siniestralidad en el trabajo son muy duros y nos golpean continuamente a toda la sociedad y, especialmente, a las víctimas. En España, en el 2021, se produjeron:

           705 muertes por accidente.

-              4.572 accidentes graves.

-          572.448 accidentes con baja laboral.

Pero la situación es mucho más trágica si tenemos en cuenta las enfermedades. En la UE, según la OMS y la OIT, se producen cada año 200.000 muertes por enfermedades relacionadas con el trabajo (la mitad de cáncer). 


En nuestra provincia,  en el 2021 murieron ocho personas en accidente de trabajo. En este 2022 son ya cinco las víctimas mortales.

Llama la atención, en cualquiera de los contextos y niveles en que nos fijemos, la escasa repercusión y eco social que esta tremenda realidad tiene. Poco a poco se va asimilando que la muerte o la pérdida de salud es algo que el trabajo puede traer de manera irremediable.

Sin embargo, para la fe cristiana en Jesús de Nazaret, el Dios de la vida, esta no puede ser una realidad natural y aceptable. Como nos recuerda continuamente la Doctrina Social de la Iglesia, el trabajo es parte de la obra creadora de Dios y su centro y prioridad debe ser siempre la persona (JP II, LE, 25). El Papa Francisco, recientemente, nos ha dicho:

«Las personas son la verdadera riqueza: sin ellas no hay comunidad de trabajo, ni empresa, ni economía. La seguridad en el trabajo significa salvaguardar los recursos humanos, que tienen un valor inestimable a los ojos de Dios y también a los del verdadero empresario. Por ello, la legalidad debe entenderse como la protección del máximo patrimonio, que son las personas. Trabajar con seguridad permite a todos expresar lo mejor de sí mismos mientras se ganan el pan de cada día. Cuanto más cuidemos la dignidad del trabajo, más seguros estaremos de que la calidad y la belleza del trabajo realizado aumenten». (Discurso del Papa Francisco a los miembros de la Asociación Nacional de Constructores de Edificios (ANCE), enero 2022).

Los profesionales de la salud viven también la experiencia de la enfermedad y de la vulnerabilidad en su vida. Muchos son “sanadores heridos” que necesitan, como todos, cercanía, respaldo, apoyo y ayuda para vivir sus experiencias de forma sana y saludable. Conscientes del desgaste y del coste emocional que supone su propio trabajo, invitamos a revisar y potenciar la atención y el cuidado a los profesionales de la salud, especialmente a los que están enfermos o sufren el desgaste como consecuencia de su quehacer profesional”. (Nota de los obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral de la Salud. Jornada Mundial del Enfermo, 2005)

Desde Pastoral Obrera y Pastoral de la Salud de la diócesis de Ciudad Real hacemos nuestra esta preocupación e invitamos a toda la Iglesia y a la sociedad a que la compartan para poco a poco cambiar esta realidad. Como el Papa Francisco clamó en su última misa del Gallo:              

“¡NO MÁS MUERTES EN EL TRABAJO! Y ESFORCÉMONOS POR EVITARLO ¨.

 


jueves, 20 de enero de 2022

¡¡¡ EL TRABAJO ES PARA LA VIDA !!!


CIUDAD REAL, 19 DE ENERO DE 2022

Un trabajador de la construcción de 45 años ha fallecido este miércoles en Poblete (Ciudad Real) tras caer de un andamio de cinco metros de altura, según han confirmado a Europa Press fuentes del 112 de Castilla-La Mancha. 

La muerte en accidente laboral es una tragedia humana porque el trabajo es para la vida. Una tragedia que pocas veces es reconocida, que se vive al interior de las familias. Detrás de cada trabajador o trabajadora está su familia, sus amigos, sus compañeros y compañeras… 

Tomemos conciencia de la importancia que tiene el trabajo en nuestras vidas, así como de la necesidad de realizarlo en condiciones dignas y seguras. La dignidad humana en el terreno laboral, como en cualquier sitio o situación tenemos que estar dispuestos a defenderla, porque es lo que nos hace sentirnos personas e hijos de Dios. 

Ante este nuevo suceso de siniestralidad laboral la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) queremos expresar nuestro dolor y solidaridad con los familiares, amigos y compañeros de este trabajador. 

Recordamos en estos momentos lo que nos dice el papa Francisco: “…Una vez más dirijo un apremiante llamamiento para que no prevalezca la lógica del provecho, sino la de la solidaridad y la justicia. En el centro de toda cuestión, también la laboral, hay que colocar siempre a la persona y su dignidad. ¡Con el trabajo no se juega!” (Roma, 3 de septiembre de 2014). 

¡¡¡EL TRABAJO ES PARA LA VIDA: ¡¡¡NI UN MUERTO MÁS!!