Con motivo de la
celebración de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente del 7 de octubre, las
entidades promotoras de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente hacemos un
llamamiento a todos los agentes que participan en la organización política y social
del trabajo a reflexionar, a tomar las medidas necesarias y los esfuerzos
oportunos para que el trabajo decente sea una realidad universal e inmediata. «Es imprescindible la colaboración
de todos, especialmente de empresarios, sindicatos y políticos, para generar
ese empleo digno y estable, y contribuir con él al desarrollo de las personas y
de la sociedad. Es una destacada forma de caridad y justicia social» (Iglesia, servidora de los pobres, 32)[1].
Esta convocatoria es
una constatación, cada vez mayor a nivel internacional de la preocupación por
la cuestión y la importancia del trabajo decente. La Organización Internacional
del Trabajo (OIT), el movimiento sindical mundial (CSI) o el Movimiento Mundial
de Trabajadores Cristianos (MMTC) son instituciones que, además de promover
esta jornada mundial, están comprometidas en abordar el futuro del trabajo
desde la perspectiva del trabajo decente, situando el foco en los sectores más
vulnerables y desprotegidos.
La Iglesia no es ajena
a esta realidad. En palabras del papa Francisco «Cuando la sociedad está
organizada de tal modo, que no todos tienen la posibilidad de trabajar, de
estar unidos por la dignidad del trabajo, esa sociedad no va bien: ¡no es
justa! Va contra el mismo Dios, que ha querido que nuestra dignidad comience
desde aquí. La dignidad no nos la da el poder, el dinero, la cultura, ¡no! ¡La
dignidad nos la da el trabajo!”. Y un trabajo digno, porque hoy “tantos
sistemas sociales, políticos y económicos han hecho una elección que significa
explotar a la persona”[2].
En España la situación
sigue siendo dramática para millones de personas. Nuestro injusto marco laboral
y social[3] desplaza y descarta a millones de personas del acceso a un trabajo
digno. Somos líderes en pobreza laboral[4], insostenible desempleo, hogares con
todos sus miembros en paro, normalización de la contratación temporal y
precaria, por no hablar de la pérdida de la vida o la desprotección de quienes
son descartados del trabajo.
Sensibles a esta
realidad y conscientes de la importancia de establecer puentes y favoreciendo
mirando al mundo desde estas periferias pensamos que esta jornada mundial es un
buen momento para reflexionar sobre cómo podemos avanzar para generar un
trabajo decente:
·
Es necesario
configurar un sistema económico que ponga en el centro a las personas y al
medio ambiente a través de un sistema de relaciones laborales más justas,
igualitarias, solidarias y sostenibles. Necesitamos un sistema que considere
que el trabajo es un bien para la vida. Es urgente garantizar la protección
física y psicológica de todos sus trabajadores y trabajadoras así como la conciliación con la vida
familiar.
·
Es necesario que los
poderes públicos se comprometan con la construcción de un sistema económico y
laboral más justo: Derogando las normas que precarizan la vida de las personas;
favoreciendo el acuerdo mediante el diálogo social; asignando partidas
presupuestarias destinadas a apoyar la creación o la transformación de empresas
que desarrollen estos criterios y generen prácticas laborales acordes con la
dignidad de todos los trabajadores y trabajadoras.
·
Existen empresas que
en su actividad cotidiana están desarrollando estos criterios. Es importante
visualizar estas respuestas, que es posible funcionar de otra manera y que
reciban el apoyo de toda la sociedad.
·
Como entidades de la
Iglesia consideramos que estas experiencias son ejemplos reales de buenas
prácticas que nos enseñan caminos de humanización acordes al proyecto que Dios
tiene para todos y todas.
Toda la comunidad
cristiana está llamada a visibilizar y denunciar la situación de desigualdad en
el acceso al trabajo decente y la negación de dignidad que esto supone y a
apoyar a todas aquellas realidades laborales que favorecen el trato de dignidad
y justicia que todas las personas tienen.
Por ello, la
iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente animamos a participar en los actos
reivindicativos y de oración convocados para toda la jornada en todas las
diócesis de nuestro país.
Madrid, octubre de
2018
[1] Conferencia
Episcopal Española
[2] Homilía
sobre el trabajo. Ciudad del Vaticano, 2 mayo 2013.
[3] Iglesia por el trabajo decente (ITD), mayo de 2018
[4] OCDE, 2018.