La HOAC hace pública una reflexión sobre la
importancia de la política y de votar en los próximos procesos electorales
Renovar la
democracia es la
reflexión elaborada por este movimiento de trabajadores cristianos para ayudar
a profundizar en las implicaciones y las responsabilidades de nuestro voto.
Para las elecciones europeas, se adhiere a la Declaración del Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa
(MTCE).
La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC)
invita a reflexionar sobre el derecho y el deber que tenemos «de votar con
libertad para promover el bien común» (Gaudium
et spes, 75) y a ejercer la política como «vocación de servicio, diaconía laical que promueve la
amistad social para la generación de bien común» (Papa Francisco).
Justo en
un momento delicado de la vida social, marcado por la desigualdad generada por los
«sacrificios impuestos», «el auge de mesianismos racistas y ultranacionalistas»
en toda Europa, las nuevas forma de exclusión que deterioran la vida de
inmigrantes o de las personas mayores, pero también por una demanda abrumadora
de compromisos para avanzar en la igualdad de las mujeres y por la creciente
concienciación ante los problemas medioambientales.
Las
candidaturas que concurran a las elecciones deben garantizar las oportunidades
para la participación política y respetar las normas de la
sociedad, sus instituciones y sus derechos civiles, para reforzar la
legitimidad de las medidas adoptadas por los líderes políticos y generar el
apoyo necesario para ser eficaces.
Los temas sin
agenda
Sin la pretensión de abordar una extensa relación de temas sin
agenda, la reflexión fija la atención en lo alejado «que están de las
maquinarias electorales» aquellos que afectan a la vida de las trabajadoras y los trabajadores, en especial
los más vulnerables, que deberían ser el objetivo principal de una acción
política a la altura de la dignidad humana, como son: la pobreza y exclusión,
el empleo insuficiente y precario; la insostenible deuda pública y privada, la
orientación económica hacia el crecimiento que no resuelve la desigualdad entre
sectores de la población, ni entre comunidades autónomas, ni atiende las
necesidades de las personas; la débil solidaridad y cooperación internacional
al tiempo que aumenta el gasto militar; y el fracaso de las políticas contra el
calentamiento global basadas en la mercantilización del entorno.
El papel de
los medios de comunicación social
Los medios de
comunicación social, convertidos en actores principales de la vida pública,
tienen la responsabilidad de transmitir la información adecuada para que las
personas sean cada vez más conscientes de «la dignidad de su humanidad, más
responsables, más abiertas a los demás, particularmente a los más necesitados y
a los más débiles» (Redemptor hominis,
15). Sin embargo, a menudo promueven una visión de las campañas electorales
como «una competencia descarnada por el poder, sin mayor vocación de servicio»,
sustituyendo el debate de ideas y propuestas por el espectáculo y el escándalo.
Es deseable acabar con la práctica de «insulto, la falacia y la crítica
indiscriminada a la clase política», para no contribuir «al envilecimiento de
la vida social y al deterioro de la conciencia cívica». Lo que depende también
del papel de cada persona y colectivo en las redes sociales y de los medios
elegidos para informarnos.
Renovar
nuestra cultura política
Este periodo
es «una oportunidad extraordinaria para promover otra política», a través de
«un mayor grado de participación y
compromiso personal» que va más allá del voto. Incorporando la dimensión
política a nuestras vidas podemos exigir que «se atienda a las verdaderas
necesidades del pueblo, buscando el bien común y priorizando a los más
empobrecidos, y que los programas reflejen la acción de gobierno que
efectivamente se quiere llevar a cabo».
Superar el
pensamiento único
La HOAC apuesta por «una mayor democratización de las estructuras
de poder» y «la transformación social en función del bien común». Para ello,
apoya las propuestas que van en línea de favorecer y reforzar «la presencia de
los agentes sociales, para fomentar el asociacionismo y promover una ciudadanía
activa», de tal forma que la solidaridad sea el estilo y el medio para la
realización de una política que quiera mirar al verdadero desarrollo humano
«por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente
responsables de todos». (Christifideles
laici, 42).
Finalmente, la Hermandad Obrera de Acción Católica invita a los trabajadores
cristianos a hacer suya esta reflexión, ampliada con la Declaración del Movimiento de
Trabajadores Cristianos de Europa, y a compartirla en sus lugares de trabajo,
en los ambientes en los que se relacionan y en las organizaciones de la
sociedad civil en las que participan, junto con la lectura crítica de los
programa electorales, pues «permite hacerse una idea bastante aproximada del
alcance de las reformas que se plantean unos y otros, de las prioridades y de
cómo se concibe la asignación de los recursos. Incluso las ausencias, los
silencios programáticos, permiten discernir mejor entre las opciones que se
presentan aparentemente diferenciadas por cuestiones poco relevantes».
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