COMUNICADO ANTE EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
TRABAJADORA
El 8 de
marzo es un día para rememorar el pasado y ser agradecidos y agradecidas; para
observar el presente y hacernos eco de la realidad; y también para mirar al
futuro y lanzarnos valientemente hacia él.
8
de marzo de 1911: el pasado que construyó el presente
Fue en
1911 cuando se celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer
Trabajadora con una reivindicación a favor del derecho al voto, el derecho al
trabajo y la no discriminación laboral.
Con aquel
primer Día Internacional de la Mujer Trabajadora se inicia una tradición que
cumple 105 años de
lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo. Nuestra
admiración, por tanto, hacia las mujeres que han luchado por defender su
dignidad de mujeres y de trabajadoras, y que han conseguido la conquista de
fundamentales derechos sociales, económicos y políticos.
8
de marzo de 2016: una acentuación de las desigualdades sociales
Hoy, en este 8 de marzo, queremos tener presentes a todas
las mujeres trabajadoras, especialmente a las que día a día luchan contra la
incertidumbre económica y vital de un sistema económico que precariza nuestras
condiciones de vida y de trabajo, que crea cada día más pobreza y más
desigualdad.
Las mujeres con poca cualificación, con empleos poco
remunerados y sin derechos, con importantes responsabilidades familiares son el
eslabón más débil y que soporta mayor discriminación y mayor explotación por
ser mujeres trabajadoras y trabajadoras pobres.
Los recortes sociales, las reformas laborales, la supresión
de ayudas a la dependencia…, han generalizado la precariedad y la flexibilidad,
con especial incidencia en las mujeres, doblemente discriminadas tanto en el
ámbito doméstico como en el laboral, a pesar de los avances. Además, en una
sociedad mercantilizada como la nuestra, el trabajo del hogar y los cuidados
para sostener la vida, realizados desde la gratuidad, fundamentalmente por
mujeres, no son valorados ni considerados.
Una mirada al futuro desde la esperanza
En contraste con la lógica actual que domina la vida
social, política y cultural, hemos de aspirar a humanizar la sociedad,
atendiendo preferentemente al empobrecimiento de millones de personas. La lucha
contra las desigualdades, discriminaciones e injusticias que hoy padecen las
mujeres necesitan de cada uno de nosotros y de nosotras. La corresponsabilidad
entre ambos sexos es imprescindible y necesaria.
En este
Día Internacional de la Mujer Trabajadora, Mujeres y Teología, la JOC (Juventud
Obrera Cristiana) y la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica), nos
comprometemos en nuestra tarea a trabajar por el sueño de la igualdad de
derechos, igualdad de oportunidades y progreso para todos y todas: “Las reivindicaciones de los legítimos
derechos de las mujeres, a partir de la firme convicción de que varón y mujer
tienen la misma dignidad, plantean a la Iglesia profundas preguntas que la
desafían y que no se pueden eludir superficialmente…” (Papa Francisco Evangelii
Gaudium nº. 104).
Invitamos
también al conjunto de la sociedad a no permanecer impasible ante las
situaciones de deshumanización y empobrecimiento de tantas mujeres. Este día es
una llamada al compromiso y a la denuncia profética, a la reflexión y a la
acción, sabedores y sabedoras de nuestra capacidad para organizar la vida
social desde la igualdad y desde el respeto a la diversidad de cada hombre y
mujer.
Hoac Ciudad Real. JOC Ciudad Real Mujeres y Teología C. Real
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