COMUNICADO DEL DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA
8 de MARZO 2008
El día 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Un día en el que recordamos aquel 8 de marzo de 1908, cuando 129
trabajadoras morían abrasadas en la fábrica “Cotton” de Nueva York, por
defender sus derechos. Después de 100 años, la celebración de este día
nos vincula de manera especial con la historia, la vida y la lucha de
las mujeres en todo el mundo.
Es importante
destacar los avances que en estos años se han producido en la defensa y
el reconocimiento de los derechos de las mujeres, todo lo que las
mujeres han aportado y aportan en la construcción de un mundo más justo:
su determinación, su coraje, su capacidad de organizarse para defender
colectivamente sus derechos, para demandar un trabajo más digno, para
hacer conscientes las dificultades que supone en el día a día compaginar
trabajo, familia y compromiso, para reclamar medidas que garanticen la
protección a las mujeres que sufren malos tratos.
Pero
hoy, sigue siendo necesario denunciar las desigualdades que viven y
sufren muchas mujeres en nuestros barrios y pueblos, en nuestro mundo.
La realidad de tantas mujeres a las que no se permite ocupar el lugar
que realmente les corresponde, a las que en muchas ocasiones se recorta
su participación a nivel político, económico, social, laboral, eclesial.
Mujeres víctimas de los malos tratos. Mujeres que han perdido incluso
la vida a manos de sus compañeros.
La
tasa de paro femenina (10,5%) casi dobla a la masculina (6,2%). Las
mujeres desempeñan 8 de cada diez empleos a tiempo parcial, ganan un 32%
menos de media que los hombres. La cuantía de las pensiones es menor en
las mujeres. El trabajo reproductivo de cuidado de las personas
en la familia, tareas domésticas, etc., realizado tanto por el hombre
como por la mujer, necesita ser suficientemente valorado a todos los
efectos, incluido los económicos. En el mundo cerca del 70% de los 1.300
millones de pobres son mujeres. La pobreza tiene rostro de mujer,
joven, inmigrante. En 2007, 89 mujeres murieron en el estado español
víctimas de la violencia de género. En nuestra Iglesia en muchas
ocasiones la voz y la labor de las mujeres no son suficientemente
reconocidas.
Como seguidores y
seguidoras de Jesús en medio del mundo obrero, como militantes de la
Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) queremos vivir este 8 de
marzo como una invitación a mirar lo que les pasa a las mujeres como lo
hace Dios, Padre y Madre, buscando la justicia que hace posible una vida
digna, “protegiendo la vocación propia de la mujer, y al mismo
tiempo reconocer su independencia cuanto persona y la igualdad de sus
derechos a participar en la vida económica, social, cultural, política”
(Octogesima Adveniens nº13). Frente a un sistema que impide ser
persona, negándole su trascendencia, su ser imagen de Dios, reduciéndola
a mero instrumento, construyamos nuestra identidad conscientes de que
es nuestra dignidad de personas la que nos hace radicalmente iguales en
derechos y oportunidades.
No caigamos
en la indiferencia. La celebración del día 8 de marzo es una llamada
al compromiso, la denuncia, la reivindicación. Hagamos que el
significado de este día entre en nuestras casas, en nuestros barrios y
pueblos, en los lugares de trabajo, allí donde nos movemos, en las
instituciones sociales y políticas, en la Iglesia. Salgamos a la calle
en esta jornada de lucha por la dignidad y la igualdad de las mujeres en
todo el mundo.
COMISIÓN PERMANENTE DE LA HOAC
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